Sandra García, Noelia Rivero
La
música es un pilar fundamental dentro de la educación infantil. Su poder para
estimular la inteligencia emocional, así como el desarrollo auditivo y
cognoscitivo desde una edad temprana.
Compartir
con los alumnos/as la magia de las notas musicales al desplegarse sobre una
partitura no sólo nos permite estrechar lazos y abrir miras: los efectos de
aprender a tocar el violín, el piano o la guitarra repercuten directamente en
su capacidad de aprendizaje, fomentando su comprensión de materias muy
diferentes como las matemáticas y expandiendo los límites de su imaginación al
tiempo que cultivan una faceta más sensible de su personalidad de cara a la
vida adulta.
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